martes, 3 de agosto de 2021

La reconstrucción del Ser

 


    En estos tiempos tan extraños de mucha demanda emocional, es oportuno preguntarse qué puedo yo hacer por mí y por el otro. En este contexto de incertidumbre, y apoyándome en mi propio proceso personal de tener que dejar un empleo que me estaba ahogando hasta el punto de somatizar y por otra parte de no tener tiempo para mi hijo, el cual estaba atravesando por una situación emocional compleja, decidí optar por mi hijo, obviamente, a pesar de la difícil situación económica que tendría que sufrir con una salud comprometida con un cuadro de ansiedad. Inicie un proceso de introspección tan profundo que me parte por un momento del mundo, sin descuidar mi hijo y a mí misma en las necesidades básicas hasta donde mis ahorros me lo permitían; sumergida entonces en una meditación para conectarme con ese ser luminoso que existe en todos nosotros, que según la religión que se profese tendrá un determinado nombre; converse abiertamente con esa ser supremo hasta llegue a cuestionar su bondad, fueron momentos muy intensos donde la fe se vio comprometida y la esperanza debilitada, sin embargo ese ser luminoso vino a mi rescate enviando sueños tan transformadores que me permitieron descubrir los miedos más arraigados que me limitaban y no me permitían ver opciones para resolver mi situación.

    En todo ese proceso de meditación y de análisis de propios sueños, me invitaron para que dictara un taller de análisis e interpretación de sueños, ya que yo me forme en la Psicología Analítica de Jung, para mi esa fue la luz que ilumino mi sendero, y me hizo vivir en carne propia lo que Jung denominada sincronicidad.

    De todo lo anteriormente expuesto, llego a mí mente una pregunta ¿Qué significa re-construir?, y yo pensé: “puede ser puede ser construir en lo ya construido para mejorar lo que se tenía que mejorar”, no pregunte ni mi documente sobre el termino solo deje que las ideas llegasen a mi mente y comencé a escribir lo que pensaba sin someterlo a ninguna teoría psicológica.

    Este término, pensé, no necesariamente aplica al aspecto material, también puede aplicar a nivel psíquico, espiritual, así como en cualquier ámbito de nuestra existencia.

    Seguí meditando  sobre el termino, y llego a mi mente los mitos creacionistas que señalaban que a partir de algo material el Dios se valió para crearnos, por ejemplo, en el génesis fuimos hechos de polvo, entonces, reflexione, entonces  podemos mojarlo y volverlo a modelar, no siendo nunca parecido al primer modelo, ya que lo modelaremos estará matizado por la experiencia que hayamos adquirido, entonces como un gran destello que se apodero mí, concluí entonces nos podemos re-construir,, y pensé: las personas ya lo están haciendo se modifican la nariz y cualquier parte del cuerpo sujeto a cirugía, y me pregunte ¿se puede re-construir el alma, la psique, la consciencia o el inconsciente?, ¿que hay en nuestra esencia que podamos re-construir, que ya no sea funcional?, inmediatamente me golpearon todas las teorías psicológicas que he estudiado desde 1989 y todas los estudios que he realizado de la psique humana hasta el presente; tuve que hacer un esfuerzo mental para no perder la palabra re-construir que me había llegado producto de mis meditaciones, ya que el en abordaje psicológico lo que precisamente lo que se busca es que la persona pueda aceptar sus limitaciones apoyarse en sus fortalezas, aprovechas las oportunidades minimizando las amenazas de cualquier índole y lo primero que se  hace  es pensar en lo que deseo cambiar que no me está ayudando que me genera incomodidad y no me da tranquilidad, se busca que la persona sea muy sincera en las medidas de sus posibilidades, no busque engañarse ( aunque siempre las personas buscaran engañar al psicólogo consciente o inconscientemente, es nuestra tarea retirar el velo de Isis) , porque de no hacerlo sería un retraso para su evolución como persona emocionalmente estable, por eso es importante apoyarse en una teoría psicológica que nos permita hacer un abordaje psicológico favorable para el paciente.

    Eso es lo que hacemos los psicólogos, pero cuando estamos solos con nuestros pensamientos y específicamente con nuestros miedos y dudas, ¿qué hacemos, entonces?, pensé mi mejor aliado es mi otro yo, es decir conmigo mismo, él puede ser que nos engañé, pero al final se convertirá en un fiel reflejo de lo que somos, es como vernos en el espejo que nos muestra lo que realmente somos.

    En mis siguientes meditaciones la idea de la re-construcción, continuo en mi mente  y analice será simplemente seleccionar los materiales de mejor calidad para construir  lo que se requiere mejorar, y reflexione en algunos casos hay que demoler totalmente la casa para tener la casa que yo realmente quiero, de lo contrario obtendré una casa deforme, sin armonía  y en este sentido como todo Arquitecto tengo que elaborar un plano y una maqueta que me permitirá construir lo que realmente quiero edificar, partiendo de los cimientos ya existentes y partir de lo destruido, armar nuevamente pero con una nueva visión, y no de forma azarosa.

    Lo que me llego a especular, tengo que tomar una decisión dramática de lo quiero obtener, es decir el resultado final, aunque tenga que modificar tantas veces sea necesario porque el acabado no nos complace, pero en ese proceso vamos forjando y templando la persona en la que nos queremos convertirnos, los Alquimistas conocían muy bien este proceso, del material más burdo como el plomo se convertiría en oro.

    La clave, pensé, es escudriñar en nuestros pensamientos, fantasías, visiones, ilusiones y específicamente en nuestros sueños, en todo lo mencionado están los materiales psíquicos que requerimos para re-construir ese ser que merecemos ser.

    Bajo ningún concepto hay una receta, es un proceso muy íntimo que la gente no comprendería, tendríamos que agudizar nuestros sentidos, vista, gusto, olfato, tacto y oído, para poder entender que es lo que necesitamos re-construir en nosotros mismos hasta un simple corte de cabello es el primer paso para la gran re-construcción, ya que somos cuerpo, mente, espíritu y alma, cada entidad puede ser reconstruida, a favor del bienestar de nuestro ser.

    Como planteaban los griegos cuerpo sano mente sana, por lo que la reconstrucción tiene que ser en todos los niveles, prestarle atención que requiere el cuerpo, la mente, el espíritu y el alma.

    Ahora bien, cómo podemos saber por dónde comenzar, esta pregunta no es fácil de responder, pero tenemos que revisar nuestro entorno y que es lo hemos querido cambiar o remodelar y no lo hemos hecho, como simplemente cambiar la posición de los muebles de la sala, cuando hacemos eso probablemente descubriremos que nos sentimos más cómodos y ese es el primer paso para iniciar el proceso de re-construcción en nuestra vida.

 

    Entonces tenemos la re-construcción de nuestro ambiente, nuestro cuerpo, en nuestro espíritu y nuestra alma, eso sí tenemos que apoyarnos en nuestro sentido común, que es lo que realmente podemos modificar, cambiar, re-construir, no todo es sujeto a la re-construcción hay situaciones de la vida que tan solo lo que podemos hacer, es aceptar que no podemos hacer nada y seguir nuestro camino.


Lisbe Muñoz

Psicóloga

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