En estos tiempos tan extraños de
mucha demanda emocional, es oportuno preguntarse qué puedo yo hacer por mí y
por el otro. En este contexto de incertidumbre, y apoyándome en mi propio
proceso personal de tener que dejar un empleo que me estaba ahogando hasta el
punto de somatizar y por otra parte de no tener tiempo para mi hijo, el cual
estaba atravesando por una situación emocional compleja, decidí optar por mi
hijo, obviamente, a pesar de la difícil situación económica que tendría que
sufrir con una salud comprometida con un cuadro de ansiedad. Inicie un proceso
de introspección tan profundo que me parte por un momento del mundo, sin
descuidar mi hijo y a mí misma en las necesidades básicas hasta donde mis
ahorros me lo permitían; sumergida entonces en una meditación para conectarme
con ese ser luminoso que existe en todos nosotros, que según la religión que se
profese tendrá un determinado nombre; converse abiertamente con esa ser supremo
hasta llegue a cuestionar su bondad, fueron momentos muy intensos donde la fe
se vio comprometida y la esperanza debilitada, sin embargo ese ser luminoso
vino a mi rescate enviando sueños tan transformadores que me permitieron
descubrir los miedos más arraigados que me limitaban y no me permitían ver
opciones para resolver mi situación.
En todo ese proceso de meditación
y de análisis de propios sueños, me invitaron para que dictara un taller de
análisis e interpretación de sueños, ya que yo me forme en la Psicología
Analítica de Jung, para mi esa fue la luz que ilumino mi sendero, y me hizo
vivir en carne propia lo que Jung denominada sincronicidad.
De todo lo anteriormente
expuesto, llego a mí mente una pregunta ¿Qué significa re-construir?, y yo
pensé: “puede ser puede ser construir en lo ya construido para mejorar lo que
se tenía que mejorar”, no pregunte ni mi documente sobre el termino solo deje
que las ideas llegasen a mi mente y comencé a escribir lo que pensaba sin
someterlo a ninguna teoría psicológica.
Este término, pensé, no
necesariamente aplica al aspecto material, también puede aplicar a nivel
psíquico, espiritual, así como en cualquier ámbito de nuestra existencia.
Seguí meditando sobre el termino, y llego a mi mente los
mitos creacionistas que señalaban que a partir de algo material el Dios se
valió para crearnos, por ejemplo, en el génesis fuimos hechos de polvo,
entonces, reflexione, entonces podemos
mojarlo y volverlo a modelar, no siendo nunca parecido al primer modelo, ya que
lo modelaremos estará matizado por la experiencia que hayamos adquirido, entonces
como un gran destello que se apodero mí, concluí entonces nos podemos
re-construir,, y pensé: las personas ya lo están haciendo se modifican la nariz
y cualquier parte del cuerpo sujeto a cirugía, y me pregunte ¿se puede re-construir
el alma, la psique, la consciencia o el inconsciente?, ¿que hay en nuestra
esencia que podamos re-construir, que ya no sea funcional?, inmediatamente me
golpearon todas las teorías psicológicas que he estudiado desde 1989 y todas
los estudios que he realizado de la psique humana hasta el presente; tuve que
hacer un esfuerzo mental para no perder la palabra re-construir que me había
llegado producto de mis meditaciones, ya que el en abordaje psicológico lo que
precisamente lo que se busca es que la persona pueda aceptar sus limitaciones
apoyarse en sus fortalezas, aprovechas las oportunidades minimizando las
amenazas de cualquier índole y lo primero que se hace es
pensar en lo que deseo cambiar que no me está ayudando que me genera
incomodidad y no me da tranquilidad, se busca que la persona sea muy sincera en
las medidas de sus posibilidades, no busque engañarse ( aunque siempre las
personas buscaran engañar al psicólogo consciente o inconscientemente, es
nuestra tarea retirar el velo de Isis) , porque de no hacerlo sería un retraso para
su evolución como persona emocionalmente estable, por eso es importante apoyarse
en una teoría psicológica que nos permita hacer un abordaje psicológico
favorable para el paciente.
Eso es lo que hacemos los psicólogos,
pero cuando estamos solos con nuestros pensamientos y específicamente con
nuestros miedos y dudas, ¿qué hacemos, entonces?, pensé mi mejor aliado es mi
otro yo, es decir conmigo mismo, él puede ser que nos engañé, pero al final se
convertirá en un fiel reflejo de lo que somos, es como vernos en el espejo que
nos muestra lo que realmente somos.
En mis siguientes meditaciones la
idea de la re-construcción, continuo en mi mente y analice será simplemente seleccionar los
materiales de mejor calidad para construir lo que se requiere mejorar, y reflexione en
algunos casos hay que demoler totalmente la casa para tener la casa que yo realmente
quiero, de lo contrario obtendré una casa deforme, sin armonía y en este sentido como todo Arquitecto tengo
que elaborar un plano y una maqueta que me permitirá construir lo que realmente
quiero edificar, partiendo de los cimientos ya existentes y partir de lo
destruido, armar nuevamente pero con una nueva visión, y no de forma azarosa.
Lo que me llego a especular,
tengo que tomar una decisión dramática de lo quiero obtener, es decir el
resultado final, aunque tenga que modificar tantas veces sea necesario porque
el acabado no nos complace, pero en ese proceso vamos forjando y templando la
persona en la que nos queremos convertirnos, los Alquimistas conocían muy bien
este proceso, del material más burdo como el plomo se convertiría en oro.
La clave, pensé, es escudriñar en
nuestros pensamientos, fantasías, visiones, ilusiones y específicamente en
nuestros sueños, en todo lo mencionado están los materiales psíquicos que
requerimos para re-construir ese ser que merecemos ser.
Bajo ningún concepto hay una
receta, es un proceso muy íntimo que la gente no comprendería, tendríamos que
agudizar nuestros sentidos, vista, gusto, olfato, tacto y oído, para poder
entender que es lo que necesitamos re-construir en nosotros mismos hasta un
simple corte de cabello es el primer paso para la gran re-construcción, ya que
somos cuerpo, mente, espíritu y alma, cada entidad puede ser reconstruida, a
favor del bienestar de nuestro ser.
Como planteaban los griegos
cuerpo sano mente sana, por lo que la reconstrucción tiene que ser en todos los
niveles, prestarle atención que requiere el cuerpo, la mente, el espíritu y el
alma.
Ahora bien, cómo podemos saber
por dónde comenzar, esta pregunta no es fácil de responder, pero tenemos que
revisar nuestro entorno y que es lo hemos querido cambiar o remodelar y no lo
hemos hecho, como simplemente cambiar la posición de los muebles de la sala,
cuando hacemos eso probablemente descubriremos que nos sentimos más cómodos y
ese es el primer paso para iniciar el proceso de re-construcción en nuestra
vida.
Entonces tenemos la
re-construcción de nuestro ambiente, nuestro cuerpo, en nuestro espíritu y
nuestra alma, eso sí tenemos que apoyarnos en nuestro sentido común, que es lo
que realmente podemos modificar, cambiar, re-construir, no todo es sujeto a la
re-construcción hay situaciones de la vida que tan solo lo que podemos hacer, es
aceptar que no podemos hacer nada y seguir nuestro camino.
Lisbe Muñoz
Psicóloga
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